Obras en la oficina

Antes de irme de vacaciones tenían que haber medio terminado las obras de la oficina. Vuelvo, ¿y qué me encuentro? Pues que van retrasados, y mucho.

Todo empieza porque cuando construyeron el maravilloso parque tecnológico y tuvieron que pensar qué edificios comprar/construir decidieron mandar edificar unos que estaban pensados para el sur. Genial idea, la climatología debe ser parecida entre el sur y el norte... total, todo es el mismo país, mucho no debería variar. Pues varía y desde el comienzo cuando llega el otoño las magníficas, maravillosas y preciosas contrucciones se conviertes en neveritas cuando hace frío y aquaparks cuando llueve. Listos 1 - Currantes 0.

Toooooodos los años la gente se queja y ¿qué decidieron hacer? Pues rigurosísimas mediciones de temperatura para que los pringaos que curran en nuestras instalaciones con abrigos y guantes comprendan que no hace frío, que todo es psicológico. Total, mandaron a gente suya a hacer mediciones en las salidas de la calefacción. Resultado: "Pues no sé de qué os quejáis, aquí pone que hace ventimuchos gradazos, no sé cómo vuestros propios termómetros marcan que en vuestros puestos de trabajo hace menos de 15 gradines". Listos 2 - Currantes 0.

¿Seguís quejándoos? Madre del amor hermoso, si no se quejan vuestros empleados del salario tan bajo que tienen y no dejan de rayaros con el frío para que luego nos vengáis a marearnos a nosotros. Solución, os prestaremos unos calefactores monísimos que chupan más energía que ni se sabe... Resultado: "¡No me digáis que se os salta la luz cada vez que conectáis dos calefactores a la vez y que se os apagan los ordenadores perdiendo vuestro trabajo! Leches, pues conectad sólo uno y lo váis cambiando en la oficina, ahora aquí, luego allí... Hay que decíroslo toooodo, ¿y decís que trabajan ingenieros?". Listos 3 - Currantes 0.

¿Qué no queréis pagarnos porque tenéis frío? Si es que no hay decencia, nosotros preocupados todo el día y vosotros exigiendo y exigiendo... no nos valoráis. En fin, que aquí llega la situación actual, se han decidido a arreglarlo y claro, lo que parecía poner cuatro gomaespumas en el techo resulta ser mucho más complejo. Listos 3 - Currantes 4 , de golpe y con retraso.

La cuestión es que marean. Han decidido hacinarnos a todos en media oficina y han puesto unos maravillosos plásticos azules para que no veamos cómo trabajan(o cómo no trabajan, o cómo se les cae todo al suelo, o cómo...). Verlos, verlos, no los vemos. Pero los escuchamos. Y si no están hablando a grito pelao sobre cómo juegan al V-Rally o si se van a ir a Alcobendas, que total, se soluciona poniendo la música alta, están con las máquinas de obra. Odiosas máquinas de obra que hacen un ruido que se mete por un oído y empieza a retumbar por toda la cabeza como buscando la salida sin encontrarla.

No me molestaría tanto si no fuera porque volví de vacaciones hace dos días y a la media hora ya me habían mandado un maravilloso marrón. "Los presupuestos del proyecto dependen de que tú logres hacer esta ñapa para la semana que viene". Y claro, tanta gente junta habla más. Y no me molesta que hablen, ni mucho menos pero es que yo soy de los se apuntan a un bombardeo. Sumando, sumando da un resultado de que me estreso, me pongo nervioso y me echo unas risas con el jaleo de la gente.

¿El retraso de las obras? No creo que sorprenda a nadie, la verdad.