Receta del Día

Bienvenidos a una nueva receta del Día de Josechu Letón:

• Cogemos los cupones de descuento de un mes cualquiera(y que estén vigentes... faltaría más).
• Se hace una compra cualquiera a final de mes para que nos salgan nuevos cupones: Voy a comprar una bolsa de Fritos marca Día que están de muerte.
  
• Se comparan y se juega al busca las diferencias pero en coincidencias: ¡Leches, pero si me ha vuelto a salir un 20% de descuento en Picacola!
• Se compra el último o penúltimo día y tendremos un descuento acumulado de los cupones de los dos meses. Primero hacen un descuento y después otro de la cantidad que haya resultado del primero.

Y ahora a comerse los fritos que están tan buenos y a tomarse una caña en una terracita con lo que nos hemos ahorrado.

Madrid

La semana pasada estuve de lunes a jueves en Madrid aguantando chaparrones y claros alternándose para tocar la moral y no saber qué hacer. No tengo fotos de monumentos, ni de cosas curiosas, ni siquiera de la habitación del hotel que estaba donde Cristo perdió el mechero.

Mi hotel... ahhhh que bonico, olía un poco a caldofrán y estaba a tomar vientos. Paradigma del silencio, el estar justo al lado de la A2 ayudaba mucho a que el ruido de los coches, que no cesa a ninguna hora, se metiera irremediablemente dentro aún poniendo ventanas de climalit gordas. Estaba situado al final de una zona de viviendas pijas lleno de adosados y trajeados. Por las mañanas cuando me acercaba al metro se podían distinguir tres tipos de personas:

• De ferst! Pijos en coche que iban al trabajo.
• De chu! Pijas en mayas que hacían ejercicio matinal corriendo al rededor de las manzanas.
• Zri! Latinoamericanas en sentido contrario al mío que iban a limpiar y a cuidar a la muchachada de la unión de los primeros con los segundos.
• Mi! Claro, evidentemente falto yo, la persona que no iba en traje, ni en mayas, ni iba a la casa de los primeros... la persona a la que todos los demás miraban cómo iba a la zona de pobres, del populacho, de los cutres, de... todos los demás.
  

La cuestión es que aunque me pagaban los taxis prefería ir en metro, campechano que es uno... como el rey. Era el único del hotel que se iba y llegaba andando... y sin traje.

Lo mejor del hotel, sin duda, eran los ascensores. Son de estos transparentes que te dejan ver el paisaje y que para que sean ágiles van a toda pastilla. Básicamente lo mejor bajar en ellos, era como la lanzadera del parque de atracciones sólo que después del arreón inicial y la sensación en el estómago de empezar la caida libre se quedaba símplemente en una velocidad razonablemente rápida para ser un ascensor.

En fin... que iba a poner unas canciones y he terminado escribiendo sobre el hotel en el que me alojé la semana pasada... interesantísimo, vaya.

Hasta siempre Leonor

Es duro enterarte de la muerte de una amiga. Es difícil asumir que una de las personas a las que más energía atribuías ya no está aquí. Es jodido entender que esas siglas que leí en el periódico le corresponden...

Que 29 años no es edad para morir.

La musa triste en concierto

¡Cómo! ¿Que La musa triste va a dar un conciertazo en Valladolid? ¿Y cuándo? ¿Podré, yo, un simple ser humano, ir a verlos? ¿Por cuánto?
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¿Y quiénes son?

Empiezo por el pricipio. Aprovecho el blog y la masiva lectura que tiene (En fin, cada uno tiene lo que se merece, ¿no?) para dar a conocer a un grupo de Valladolid llamado La musa triste. Son un grupo de música metal pero muy melódicos y que aconsejo ver y escuchar a todo el mundo. Seguro que si os digo que son prácticamente Fantashide sin la cantante(los que se alegran es que la han padecido) los conoceréis. ¿Tampoco? Bueno, pues qué oportunidad tenéis delante de vosotros.

El concierto será este sábado día 7 de junio en el antiguo matadero y la entrada será gratuita(así que si te intentan cobrar por entrar te están tongando). Aquí os dejo con el cartel:



Por cierto, están preparando un disco que supuestamente no tardará demasiado en salir(vamos, que lo mismo tarda una semana como tarda un año pero ¿quién tiene prisa?).

Y sí, toca una amiga en él, ¡qué pasa! Desde luego yo no me lo voy a perder... o eso intentaré que siempre digo lo mismo y luego al final... ejem, que sí...

De 0 a 100 en cero coma

Reconozco que últimamente me pongo delante del ordenador y no me salen palabras que escribir. Y que no, que ya pueden venirme a la cabeza 5000 ideas cuando estoy por la calle, en el trabajo, en el coche, en la cola del super, en la cocina, en... bueno, en cualquier sitio, que cuando me pongo delante de la pantalla se me esfuma cual billete de 20€ un sábado por la noche.

También es cierto que últimamente llego a casa y ni pongo el ordenador. O tengo cosas que hacer o estoy lo suficientemente cansado como para preferir hacer cualquier cosa antes que encender este cacharro(o trasto del demonio, como decía mi madre después de repetirme 40 veces que lo apagase) no siendo capaz de ver más que la herramienta de trabajo con la que estoy siempre...

Vale, sí, me ha tocado hacer horas en el curro. Es gracioso ver cómo se puede pasar de 0 a 100 en menos que canta un gallo pero bueno, es algo a lo que uno se tiene que acostumbrar pues es lo más habitual en los trabajos de oficina en general(amén de los que están a 110 todo el rato, me agobia pensar en ellos).

Estando yo tan felíz el martes por la tarde, inocente cual hormiguita por el campo una tarde de primavera, el mensaje que más pavor me da apareción de la nada en la pantalla. Aterrorizado miré la ventanita que se habría encima de la barra de herramientas... sí, era el messenger corporativo con las palabras mágicas: "Puedes venir un momento?". Sólo con recordarlas mi cuerpo se estremece. Cuando no se tiene constancia de que algo que uno haya hecho esté mal y se tiene tareas como para estar varias semanas ocupado, esta frase sólo puede conllevar cosas malas. Así de simple, no te esperes que el jefe te diga "Puedes venir un momento?" y cuando llegues te diga que te da los 20€ que se te funden tan rápidamente los fines de semana(más que nada porque lo primero que se diría es que eso sólo da para empezar, sin ser desagradecido, claro)... no, tiene que ser algo malo(Incluso si es para darte los 20€ ... seguro que hay "condiciones").

No sé cómo será de habitual en otras profesiones pero en la informática es de lo más habitual que te digan que tienes que arreglar cosas que no funcionan que tú no has hecho, utilizando tecnologías que no conoces, con arquitecturas que desconoces por completo y dándote como plazo 3 días. Ah, y diciéndote: "Aunque preguntes nadie te puede ayudar porque nadie tiene idea de cómo funciona eso". Acojona cuando te lo dicen así pero si se piensa bien esto es lo más excitante que te puede pasar en esta profesión, el incendio desbocado de los bomberos, la carrera en busca del ladrón de bolsos del policía de barrio, la piedra rodando de Indiana Jones, la visita a la oficina de Hacienda del economista... vamos, adrenalina en estado puro.


Os dejo un par de videos musicales, uno porque sí y el otro porque me da pena el video que puse la semana pasada, que menos que ver el original. Un poco de Académica Palanca con su canción más famosa:



Y, bueno... Billy Idol: