jueves, 12 de febrero de 2009

Y vio que era bueno

Siento tantos días de silencio y qué menos que para compensaros, os cuente una divertida anécdota que estos últimos días me ha acontecido...
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Bueno, nada divertido en sí mismo me ha ocurrido últimamente. Y es que en realidad, poco o nada de interés puedo contaros y van pasando los días y echando la vista atrás uno se pregunta, ¿qué he hecho estos días? Sí, sé que para muchos llegar a casa, conectar la tele, ir a la concina a por una ceveza, volver al salón, dejar la cerveza y volver a la cocina para coger algo de picar, volver al salón, sentarse, beber cerveza, pensar que en realidad tumbado se estaría mejor, tumbarse, comprender que tumbado se bebe mal la cerveza, incorporarse, comer panchitos, beber cerveza, hacer zapping... volver al punto en el que se pensaba que tumbado se estaba mejor y salir de él, tumbado, cuando no quede cerveza, es todo lo que un hombre de bien puede desear. Sí, ya sé que no es gran cosa, no, pero es que básicamente no he hecho ni eso.

¡Ah! ¡Bueno! Me he convertido en un auténtico "tío moderno". Ya me llegaba el día y sí, me he actualizado y reconvertido en una persona 2.0. Exacto, me he hecho una cuenta en Facebook. Lo de mi blog, mi cuenta de twitter que actualizaba con mimo hasta que lo caparon en mi empresa (aunténtica empresa 2.0, como yo), mi lector de feeds con todos los rss's del mundo habidos y por haber, mis cuentas de los foros... todo eso es pura basura, nimiedades si queréis ser más finos, si no se dispone de una cuenta en Facebook (Tambiés es aceptable Tuenti si tienes menos de 16 años y te gusta hablar de las bufas de tus compañeras).

Facebook tiene ya mucho tiempo, siempre que entendamos el concepto de mucho tiempo en temas de informática: "Mira qué ordenador último modelo me compré el año pasado" ¿El año pasado? ¡Hombrepordios! El año pasado es una eternidad, tu ordenador será ya una herramienta arcaica y obsoleta con la que sólo podrás navegar por internet, hacer tus documentos con tu office pirata, ver películas, jugar a minijuegos flash, bajarte música, grabarla en DVD's evitando pagar el dichoso canon comprando en el chino del barrio (o del centro si está más barato)... básicamente lo que hace todo el mundo y lo que hará el que se compre un ordenador último modelo ahora. Pues eso, que tiene mucho tiempo pero Facebook no entra en tu vida hasta que oyes hablar de que alguien cercano a ti se ha hecho una cuenta. Podríamos llamarlo "efecto lemming", si el de al lado lo hace, tú también. Tiene la gran ventaja frente a esos entrañable seres que vestían de azul de que con el tiempo podrás discutir sobre quién se hizo la cuenta primero y los pobres lemmings nunca discutirán sobre quién estalló primero... si acaso antes sobre quién lo hará.

Ya me enrollaré otro día sobre otra cosa que no tenga pensada. Y es que mira que es difícil escribir, con lo fácil que es hablar y contar chorradas sin parar...