Dicen que la felicidad está hecha de cosas pequeñas. Sí, ya sé, un pequeño diamante, una pequeña mansión... pero no, me estoy refiriendo a cosas de menos valor (si has mirado hacia abajo o has pensado en alguien, lo siento, ese problema ya tiene un nombre y no puedo hacer nada) . Ya sabeis, son esas cosas que suelen pasar desapercibidas para el resto de la gente pero que siempre hacen que uno suelte una pequeña sonrisa (hay gente que tampoco la tiene mucho más grande).
En mi caso, en el trayecto de camino a casa hay una incorporación a una carretera en cuesta que si aceleras en el último momento produce esa sensación de que el coche va a despegar, parecida a la de la montaña rusa pero con el peligro de que cualquier día, verdaderamente el coche terminará volando. Para ayudar he creado una pequeña recreación con un programa 3D muy famoso llamado Paint:
En fin... "asín" soy.
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